Bañar a mi cobaya
Nuestra cobaya se ha ensuciado en
exceso y no podemos limpiarle el pelaje con un paño húmedo como sería
aconsejable. En tal caso y si no queda más remedio, procederemos a darle
un baño.
Las cobayas, y los roedores en general, son muy sensibles a corrientes y resfriados, por lo tanto, no debemos mojarlas salvo que no quede opción. Para evitar problemas de salud a nuestras pequeñas, debemos procurar mantenerlas aisladas del frío y de estas corrientes.
El baño ha de ser dado siguiendo este proceso:

- No les gusta el agua, así que no los sumergiremos en ningún momento, usaremos un pequeño balde con la cantidad de agua tibia suficiente como para que les cubra hasta la mitad del cuerpo. Tampoco les daremos directamente con el chorro de agua, los mojaremos suavemente con el agua del balde.

- Después de enjuagarlas las secaremos bien con una toalla todo lo que podamos, no podrán salir de la estancia hasta estar completamente secas. Se puede emplear un secador siempre y cuando no sea de aire caliente, aunque por lo general no les gusta.
Una vez nuestra cobaya está limpia y
seca podremos devolverla a su jaula, cuidando de no exponerla a
factores ambientales tales como el frío, humedad o corrientes.
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