Ardilllas

Ardillas

Introducción

Las ardillas son unas mascotas muy populares hoy en día.

Estos pequeños roedores se han hecho un hueco en el mercado y en las casas de los amantes de los animales, pero su gran variedad de especies (click aquí para ver una lista de especies en la web del colaborador) y las grandes diferencias que hay entre unas y otras hace importante informarse bien sobre sus cuidados y características antes de la adquisición.

Para ello te recomendamos la web de nuestro colaborador de la sección, Ardillas Coreanas.

La ardilla como mascota

Si estás pensando en adquirir una ardilla es muy importante que leas, al menos, la siguiente siguiente guía sobre consejos para antes de tener un pequeño animal de este tipo:

Asegurarnos

Antes de decidirnos a comprar una ardilla tendremos que pensar muy bien si estamos seguros de lo que vamos a hacer. Una ardilla es como cualquier animal, NO ES UN JUGUETE. Si lo que quiere es comprárselo a su hijo o hija pequeña, mi consejo por experiencia es que no lo haga. Y si la va a comprar como regalo, asegúrese antes de que va a estar en unas mí­nimas condiciones.

Una ardilla no es un animal al que se pueda achuchar como a un perro o a un gato, necesita otro tipo de cariños y desde luego odia que lo cojan.

Piense en lo que va a requerir la adquisición de este nuevo animal:

- Un sitio espacioso para colocar la jaula.

- Tener un rato diario para darle de comer y beber.

- Una hora a la semana para limpiarle la jaula.

- Y como seguramente querrá amaestrarla necesitará tiempo para estar con ella a diario.

- Si tiene hijos pequeños tendrá que estar continuamente atento a que no la asusten y que no intenten cogerla.

- Vigilar que no le den de comer nada que pueda perjudiciarles. Son delicadas.

- Que nadie las coja y menos por la cola, se la arrancarán con gran facilidad.

No es que queramos quitarles las ganas, pero sí que tenga en cuenta que las ardillas son preciosas, sí, pero no son ningún juguete. No será el primer caso que devuelven la ardilla a la tienda o que las sueltan por el parque, donde como sabemos no durarán ni un solo día, serán presa fácil de gatos, perros y rapaces.

Elección y compra

Ya nos hemos asegurado de que queremos una ardilla y ahora vamos a la tienda que conocemos y ¿cuál elegir? Pues he ahí el dilema. En un principio no sabremos cuál escoger de las muchas ardillas que tienen metidas en una sola jaula.

Antes de decidirnos tenemos que observar un rato la jaula y ver qué ardillas son las más activas, ver que no tienen ningún daño físico, aunque es muy probable que veamos a alguna que le falta un trozo de oreja o varios. Eso en principio no tiene importancia, pues es debido a las peleas entre ellas.

Nos acercaremos a la jaula y veremos cuál es la que menos se asusta de nosotros, incluso si nos atrevemos meteremos un dedo y si llevamos un cacahuete mejor, y veremos si se atreven a cogerlo. De este modo ya empezamos a elegir entre ellas.

Hay que fijarse como decimos en su aspecto físico, en el pelaje, que no tenga el pelo enmarañado, manchas en la piel o que le falte pelo en la cola o que incluso no la tenga.

En teoría las más fáciles de domesticar, y digo en teoría porque después nos podemos llevar sorpresas, son las más jovenes, menos de seis meses, pero para saber la edad hay que fijarse muy bien y por desagracia fiarse de lo que nos diga el vendedor, que por supuesto estará loco por que le compremos.

Como decimos, las ardillas cuanto más pequeñas mejor que mejor. Suelen tener un tamaño más reducido, una cara más infantil, la cabeza más grande respecto al tamaño del cuerpo y ojos saltones y redondos. Las ardillas jóvenes suelen nacer normalmente a principios de mayo y en verano, así que sobre finales suelen llegar a las tiendas.

Determinar el sexo

Si lo que pretendemos desde un principio es criar, pues entonces lo tendremos claro, una parejita, pero si lo que queremos es domesticarla mi consejo es que solo se compre un individuo. Es mucho más fácil domesticar a uno solo que a dos, aunque hay mucha gente que sí lo ha conseguido, pero si ya de por sí uno es difícil, dos...

Si se decide por un solo individuo, en principio es indiferente macho o hembra, aunque la hembra a veces es más agresiva pero con lo de su misma especie, hay que recordar que son animales muy territoriales.

Cómo distinguir el sexo:

Si no tiene experiencia con ellos mi consejo es que deje al de la tienda hacerlo, pues podría hacerles daño o arrancarles su delicada cola.

Como es lógico, se ve mucho mejor en ardillas más adultas que en las crías.

Se coge a la ardilla con sumo cuidado por la cola y se le levanta hasta verle sus genitales:

Hembra
Se les ve muy bien las dos líneas de las cuatro mamas
Están casi pegados el ano y los órganos genitales

Macho
Suelen ser más corpulentos
La distancia es mucho mayor
Se les hinchan de forma exagerada los testículos en época de celo